Este tipo de acompañamiento está indicado en el caso que prefieras iniciar tu viaje interior sin más presencia que la mía, bien porque sientes que tendrás más apertura a la hora de indagar en tus emociones y memorias, bien porque tienes más dificultad para ocupar de forma ininterrumpida un fin de semana de tu agenda, bien porque resides en un lugar con grandes diferencias horarias respecto de las mías.

Mi experiencia me dice que no hay mejores o peores modalidades de acompañamiento, sino que hay preferencias individuales que, como profesional, me corresponde respetar y atender.

Una de las peculiaridades de esta modalidad de intervención es que podemos distribuir las sesiones a lo largo de un período de tiempo, adaptándolas a tus necesidades y a las de tu propio viaje de descubrimiento, sanación y liberación. Puede ocurrir que, frente a un hallazgo revelador sobre tu pasado o frente a la intensa vivencia de una determinada emoción, necesites asimilar, reposar o recorrer en soledad ese camino. Aquí, podemos echar anclas y dejar que tu cuerpo y tu mente asimilen y transiten por cada una de las sensaciones que hayan aparecido.

Otra de las características de este tipo de acompañamiento es la estricta privacidad y confidencialidad. El trabajo individual permite, por definición, establecer un espacio seguro y confiable donde podrás abrirte sin temores o reticencias a la mirada ajena y desconocida.

Las sesiones individuales, tanto presenciales como online, permiten, por tanto, adaptar todo el proceso de acompañamiento a tus preferencias, tus ritmos, tus aprendizajes y tus requisitos; todo ello sin interferir ni un ápice en el objetivo que perseguimos: la conexión con tu Ser genuino y con el bienestar y la paz interior.