En esta travesía volverás a ti. Y lo harás en un entorno tan generoso, majestuoso y acogedor como es el mar. A través del agua, la brisa, la inmensidad de sus confines y los sonidos que se generan en ese espacio natural, conectarás con una sensación relajante que se extenderá por todas las partes de tu cuerpo.
El mar causa un gran impacto en nuestra manera de pensar, de sentir y de sentirnos. Somos muchos los que hemos encontrado la inspiración en el mar y hemos sucumbido a su efecto relajante para salir del estado de alerta en el que solíamos vivir. El remor continuado y suave de las olas nos mece con la misma dulzura e incondicionalidad que recibíamos en el útero materno
El azul del mar se funde con el intenso e inmenso cielo y expande nuestra alma. Los estímulos visuales y sonoros relacionados con el mar y con el suave rumor del oleaje potencian las ondas alfa de nuestro cerebro, consiguiendo un estado de relajación que, paradójicamente, acentúa nuestra capacidad para gestionar el foco de atención.
Experimentar la inmensidad del mar produce una sorprendente sensación de bienestar interior. Tiene un efecto mágico e hipnótico que facilita nuestra creatividad y nos permite interconectar ciertas ideas y conceptos que nunca antes habíamos sido capaces de relacionar.
Antiguamente, los médicos daban una receta mágica para tener una vida más saludable: hacer una travesía por el mar. Y es que se ha demostrado que la respuesta a nuestros males está en nuestro cerebro. La corteza prefrontal es un área asociada con la emoción y la autoreflexión, entre otras funciones, y se activa cuando se escuchan los sonidos de las olas. Este peculiar sonido sigue un patrón de ondas predecibles, suave en el volumen y las frecuencias armónicas a intervalos regulares, que pueden llegar a disminuir la ansiedad y los niveles de cortisol (la hormona del estrés) generados en las grandes ciudades, el trafico agobiante o nuestra trepidante rutina laboral.
El mar nos ayuda a romper con esos círculos viciosos de preocupaciones y pensamientos nocivos que nos persiguen en nuestro dia a dia. A su vez, calma la mente y favorece su productividad y creatividad.
Así mismo, el mar favorece la producción de serotonina, un neurotransmisor cerebral cuya liberación produce sensación de bienestar. Genera, también, un poderoso estado de asombro y admiración al contemplar su inmensidad. Este tipo de experiencias “expansivas“ nos influyen en la toma de decisiones, haciendo que pensemos más en los demás y seamos más generosos.
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LA LOGÍSTICA DEL VIAJE
Esta travesía-retiro está diseñada para, máximo, 6 personas. Si eres mayor de edad y no tienes ninguna condición o prescipción médica que te impida navegar, puedes enviar tu solicitud para inscribirte en este programa.
Zarparemos el viernes a la 13:00h del puerto de Tomás Maestre situado en la Manga del Mar Menor (km 9,3). Os mandaré la ubicación exacta del barco, una vez cerrado el grupo. La hora prevista de regreso es el domingo a las 19:00h.
Conviviremos en un velero que dispone de tres camarotes dobles, uno en proa y dos en popa, todos de uso compartido. Haremos tres comidas diarias (salvo el desayuno del viernes y la cena del domingo) vegetarianas y con ingredientes mediterráneos. Eso sí, nos tendrás que avisar si tienes alguna necesidad o prescripción alimentaria.
El equipaje recomendado es: mochila con poca ropa pero muy cómoda, bañador, chanclas, toalla, gorra, enseres de aseo, protección solar y alguna chaqueta por si la noche refresca. Los camarotes disponen de sábanas y mantas. También tenemos algún saco de dormir por si te apetece pasar la noche en cubierta.
El velero lo capitaneará un profesional titulado. La nave, además, cuenta con todos los medios de seguridad necesarios (chalecos, balizas, cartas de navegación, etc) para cumplir con la legislación vigente.